El compostaje se considera una excelente manera de educar al niño sobre el medio ambiente y hacer que ame la naturaleza. En los países en desarrollo, se producen aproximadamente 600 gramos de desechos por día y más de 200 kg de desechos por año.

Estas cifras son realmente alarmantes. La mayoría de estos desechos se acumulan en los vertederos, lo que representa una seria amenaza para el medio ambiente y el futuro de la tierra. Sin embargo, un porcentaje significativo de estos residuos son residuos orgánicos que se pueden convertir en abono con cierto cuidado y utilizar como fertilizante para las plantas.

El compostaje es un proceso natural que implica la descomposición de materia orgánica como hojas, restos de verduras y frutas. Al final de este proceso, la materia orgánica se convierte en un material similar al suelo rico en nutrientes llamado compost.

Aproximadamente un tercio de los desechos domésticos son materia orgánica. Cuando estos desechos orgánicos se envían a vertederos, no se descomponen adecuadamente debido a la falta de oxígeno. Por otro lado, provoca la emisión de metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Con el compostaje, este ciclo de degradación ecológica se rompe y se apoya la protección del medio ambiente.

El compost es también un fertilizante valioso para plantas y jardines. Introduce nutrientes y microorganismos al suelo, lo que lo hace más productivo. También hace que el suelo sea más saludable y ayuda a que las plantas crezcan más resistentes a enfermedades y plagas. La fabricación de abono también reduce la necesidad de fertilizantes químicos, que son dañinos tanto para la salud como para el medio ambiente.

En resumen, el compostaje es importante porque es un pequeño paso con grandes consecuencias. Al presentarlo a los niños, se les brinda la oportunidad de cuidar el medio ambiente y generar un impacto positivo. Con el compostaje, los niños aprenden muchas cosas, como la fertilidad del suelo, la agricultura química, los gases de efecto invernadero y las emisiones de carbono. La conciencia ambiental se está desarrollando en los niños.

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